La primera audiencia del Club León ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) terminó después de más de cinco horas de un intenso y polémico debate que dejó al equipo de Grupo Pachuca al borde del abismo en su lucha por mantener su lugar en el Mundial de Clubes 2025. La acusación principal: infringir la prohibición de multipropiedad, un tema que ha sacudido los cimientos del fútbol mexicano y ha puesto en tela de juicio la legitimidad del León para competir en el torneo más importante a nivel de clubes.
Desde la madrugada en Madrid, la defensa del León presentó argumentos para recuperar su sitio, alegando que ganaron su boleto en la cancha al coronarse campeones de la Concacaf Champions Cup 2023. Sin embargo, FIFA reconoció la infracción, aunque negó que el lugar disponible deba pasar a la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica, quien también reclama el derecho a participar, argumentando que el reglamento limita a dos clubes por país y que la Liga MX y MLS ya cubrieron esa cuota.
El ambiente fue tenso y la sesión se extendió hasta casi las siete de la mañana, dejando a todos los involucrados en suspenso a la espera de la resolución definitiva, que se espera para mayo, justo antes del inicio del Mundial de Clubes. Pero la batalla no termina aquí: el León tiene otro expediente abierto con audiencia programada para el 5 de mayo, donde defenderá su puesto ante FIFA y el TAS.
Si el León pierde definitivamente, FIFA planea un partido de repechaje entre LAFC de la MLS y el América de la Liga MX para decidir quién ocupará ese codiciado lugar. Esto no solo pone en jaque al León, sino que amenaza con desatar una guerra entre clubes y federaciones que podría cambiar el panorama del fútbol en la región.
Este caso desnuda las grietas de un sistema que parece favorecer intereses empresariales y políticos por encima del deporte, y pone en evidencia la fragilidad de la justicia deportiva cuando se enfrentan poderosos grupos con reglas ambiguas y sanciones polémicas. ¿Será el León víctima de una cacería o un ejemplo de impunidad que finalmente será sancionado? El veredicto del TAS no solo definirá un lugar en un torneo, sino el futuro del fútbol mexicano en la élite mundial.
La cuenta regresiva para el León ha comenzado, y la pelota ahora está en manos del TAS. Lo que está en juego no es solo un torneo, sino la credibilidad y honor de un club que se aferra a su derecho con uñas y dientes. ¿Triunfará la justicia deportiva o la sombra de la multipropiedad sepultará al León? El mundo del fútbol está atento.