La noticia sacudió al futbol mexicano como un terremoto: Alejandro Irarragorri, el poderoso dueño de Santos Laguna y Atlas, está oficialmente prófugo de la justicia, tras girarse una orden de aprehensión en su contra por una presunta defraudación fiscal que supera los 17 millones de pesos.
¿Por qué buscan a Irarragorri? El trasfondo del escándalo
La Fiscalía General de la República (FGR) le sigue la pista a Irarragorri por un presunto fraude cometido entre enero y julio de 2017, cuando el Club Santos Laguna, bajo su mando, pagó más de 54 millones de pesos a jugadores y cuerpo técnico en concepto de “primas indemnizatorias por riesgo de trabajo”. Entre los beneficiados aparecen nombres de peso como Djaniny Tavares, Néstor Araujo y Benjamín Galindo. La jugada: esos pagos, realizados desde un fideicomiso y usando un contrato colectivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Hotelera, quedaron exentos del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Para la autoridad fiscal, todo fue una maniobra orquestada para evadir impuestos.
¿Por qué la orden de aprehensión? El episodio de la audiencia fantasma
El 20 de marzo, Irarragorri compareció por videoconferencia ante un juez de control, quien exigió su presencia física para el 24 de marzo. Llegado el día, el empresario no apareció; envió un escrito para justificar su ausencia, pero los motivos fueron rechazados. Así, fue declarado “sustraído de la acción de la justicia” y se giró la orden de captura, con base en el artículo 141 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
La defensa del directivo alega que la audiencia presencial fue citada sin cumplir los tiempos legales y que nunca fue notificado formalmente, por lo que la medida es “ilegal” y ya han presentado un amparo. El Club Santos Laguna, por su parte, denuncia que se está judicializando indebidamente un tema administrativo y que todo es un intento de presión disfrazado de acto judicial.
¿Delito grave o persecución? Las dos caras de la moneda
- Acusación oficial: Defraudación fiscal por más de 17 millones de pesos, usando esquemas para evadir el ISR de salarios a futbolistas y cuerpo técnico, con pagos desde un fideicomiso y contratos sindicales ajenos al futbol.
- Defensa de Irarragorri: El proceso es una “irregularidad”, la audiencia fue suspendida injustificadamente y no hay elementos para dictar medidas cautelares. Denuncian una judicialización indebida de un tema fiscal que debería resolverse por la vía administrativa.
¿Qué sigue para el dueño de Santos y Atlas?
Por ahora, Irarragorri está prófugo y su defensa busca frenar la orden de aprehensión con un amparo. Mientras tanto, la FGR puede solicitar prisión preventiva justificada, ante el riesgo de fuga. El escándalo apenas comienza y la Liga MX tiembla ante la posibilidad de ver a uno de sus personajes más influyentes tras las rejas o en el exilio.
“El balón, esta vez, ya no rueda en la cancha sino entre documentos, citaciones y códigos penales”.
Conclusión: ¿Justicia o ajuste de cuentas?
La opinión pública está dividida. ¿Estamos ante el fin de la impunidad en el futbol mexicano o frente a una cacería de brujas orquestada desde las altas esferas? Lo cierto es que el caso Irarragorri destapa las cloacas del futbol nacional, donde los millones bailan al ritmo de la ley… o de su interpretación más conveniente.
¡Seguiremos informando, porque esto apenas comienza y la polémica está servida!