Mazatlán, Sinaloa.- Un video que ya es viral en redes sociales ha encendido la polémica y la indignación nacional: un turista estadounidense, con actitud prepotente y arrogante, corrió a un humilde obrero mexicano que simplemente se tomaba un descanso para comer en la banqueta frente a su lugar de trabajo. El hecho ocurrió en la avenida Cruz Lizárraga, en plena zona turística de Mazatlán, y ha desatado una ola de críticas, protestas y hasta una convocatoria para un picnic en apoyo a los trabajadores agredidos.
En las imágenes, difundidas por TikTok, se observa cómo el extranjero, vestido con playera y gorra negra, se acerca al hombre que comía tranquilo en una jardinera de la banqueta y, sin mediar palabra, le manotea y le exige que se retire del lugar. El obrero, identificado como Jorge Paredes, se ve obligado a abandonar el sitio, visiblemente intimidado. Testigos también reportaron que el mismo extranjero corrió a varios niños que estaban cerca, lo que provocó la intervención de la Guardia Nacional para calmar la situación.
La reacción en redes no se hizo esperar. Usuarios mexicanos estallaron en indignación, calificando al turista de «loco», «prepotente» y demandando que sea deportado de inmediato. La comunidad local ha lanzado un reto solidario para «apapachar» a los albañiles afectados, convocando a un picnic colectivo en el mismo lugar donde ocurrieron los hechos, como un acto simbólico para reivindicar el derecho de los trabajadores a descansar y comer sin ser hostigados.
Este incidente ha puesto sobre la mesa un debate urgente sobre el respeto a los espacios públicos, la convivencia con turistas extranjeros y la dignidad de los trabajadores mexicanos en zonas turísticas, donde la economía depende del turismo, pero no puede ni debe ser a costa del menosprecio y la discriminación.
Mazatlán y México entero están hartos de que visitantes con aires de superioridad vengan a humillar a quienes con esfuerzo construyen el país. Este gringo prepotente no solo corrió a un hombre que comía, corrió también la paciencia y la dignidad de todo un pueblo. ¿Hasta cuándo permitiremos que esto siga pasando? La respuesta está en la calle, en la voz de los mexicanos que ya dijeron ¡basta!